Rafael Baima

Y para cerrar, el primer antagonista. Es otro personaje inventado para esta versión de la historia, y a diferencia de los otros chicos, no tiene el nombre de ningún amigo de mi infancia (aunque sigue compartiendo apellido con un compañero de la secundaria). No voy a revelar más sobre él, pero seguramente l@s que conozcan los clichés del género shonen ya sabrán el derrotero que le espera.

Mariana Borrell

Este es el último de los personajes del grupo de protagonistas. A diferencia de los otros tres, esta chica no estaba en la historia original; la agregué más que nada porque como quería meter el tema de los cuerpos platónicos necesitaba dos chicos más, y también para equiparar la relación varones-mujeres en el grupo. El diseño está muy ligeramente basado en mi hermana.

Esa nariz... tengo que practicar más.

Santiago Mazzú

Ya que estamos, voy a hacer un poco de memoria y explicar de dónde sale este proyecto que estoy preparando. Esta era una historia a la que andaba dándole vueltas cuando tenía 9, 10 años; las influencias de las series que miraba en esa época (Pokemon, Digimon, etc) se nota bastante. La historia original tenía tres protagonistas: Guille, Santiago y Agustina (bien a lo trío Pokemon, con dos chicos más o menos de la misma edad y el más grande haciendo de "padrino despistado"), que se veían arrojados a la aventura cuando misteriosamente se producía un cataclismo en Buenos Aires que dejaba la ciudad en ruinas -sí, bastante denso, creo que fue el producto de ver mucho Dragon Ball Z-, y de diversas maneras terminan siendo acompañados por un grupo de animales fantásticos (un perro y un dragón cada uno, cada par con un poder compartido) que los guían hacia algún lugar en Mendoza, donde se supone que deberán hacer algo -ni yo recuerdo bien qué-. Como dato extra, los nombres de pila de los protagonistas están tomados de familiares y amigos míos que viven en la provincia de Mendoza.

Hace cosa de un año, me puse a pensar que estaría bueno encarar una historia dirigida a público infantil y... en vez de andar forzando las cosas para que me saliese algo "infantil", pensé: ¿qué mejor que reformular la historia que imaginé cuando yo mismo era un chico?. Y así llegamos a esto. Estoy tratando de meter un poco de mitología aborigen, aunque sin mucho rigor (de hecho, nada; la idea es despertar la curiosidad y que cada uno investigue lo que le interese). Rediseñé a casi todos los personajes (menos a Guille y a uno de los villanos) para darles una identidad más fuerte y les agregué el apellido de varios compañerxs de mi secundaria (de ahí la aclaración de las actualizaciones previas, la elección fue puramente fonética, viendo con qué apellido podía quedar bien tal nombre)

Aquí está Santiago, el último personaje original de la primera versión; antes era hermano de Guillermo, pero ahora terminó siéndo primo de él y hermano de Agustina, ambos dos residentes en (cha-cha-channn..) Mendoza... y lo demás lo iré contando conforme arme mejor la historia antes de embarcarme a dibujarla.

Agustina Mazzú

Otro personaje de mi próxima historia. Esta pequeña fue rediseñada porque en la versión original los tres personajes principales eran básicamente copias de Guille, uno con el pelo más oscuro y a ella simplemente le había agregado una melena atrás para que se notara que era una chica).

PD: La elección de los nombre y apellidos se hizo por sonoridad, no tiene ninguna relación concreta con las personas de los que están tomados.

Guillermo Scaglia

Uno de los personajes de la serie en la que empezaré a trabajar en enero. Sí, se parece mucho a Manuel, pero sería más justo decir que es Manuel el que se le parece, porque este chico es doce años anterior... data de cuando yo tenía nueve años.

PD: La elección de los nombre y apellidos se hizo por sonoridad, no tiene ninguna relación concreta con las personas de los que están tomados.

Este es un personaje que ya tiene sus años (debe ser del 2004), pero acá lo boceté de nuevo para usarlo en el futuro. Digamos que forma parte de una tendencia más grande que estoy teniendo ahora a rescatar y remozar viejos proyectos de mi infancia y adolescencia, especialmente aquellos destinados a público infantil. Calculo que el año que viene podrá verse algo más de esto que estoy diciendo. Quienes conozcan las cosas que hacía cuando tenía 9 o 10 años van a reconocer muchas de ellas en lo que haga a partir de enero próximo - obviaente replanteadas y mejoradas al nivel que tengo ahora.

Homenajes de memoria

Una serie de pequeños homenajes a personajes de la historieta argentina (y no tanto), hechos de memoria en la última hoja de un cuaderno. A Salvo lo tuve que redibujar porque me había quedado con el pelo muy largo.

Caminar

Esta historieta fue dibujada en agosto del 2011, aunque el lay-out estaba desde marzo. La idea surgió en un momento en que me sentía muy mal conmigo mismo, la idea que más me rondaba era esa metáfora de "haber perdido el tren de la vida" (por eso transcurre en una estación de tren). Aún hoy, cuando vuelvo a tener esa sensación de pérdida,vuelvo a releerla para recordar que hay que esforzarse y avanzar en lo que uno busca aunque parezca que todos los caminos están cerrados.

En cuanto a la parte formal, básicamente es un experimento narrativo: traté de generar, sin que mediara ningún texto, las mismas sensaciones por las que pasaba al momento de planearla. Para eso, me inspiré en el cine de Sergei Eisenstein (en concreto Octubre y El acorazado Potemkin, las dos películas suyas que he visto hasta ahora) y la idea del "montaje de atracciones", es decir mostrar imágenes aparentemente inconexas que yuxtapuestas generan una idea. No sé si el resultado está logrado, pero en lo personal, es mi historieta preferida hasta la fecha.

Esta historia salió publicada en el número de febrero de 2012 de Papel Fanzine

PD: Por si alguien no se avivó, la estética del blog está inspirada en esta historieta.

Desde el Urquiza de Flores

En honor a la reciente presentación de Purple Comics, publico este dibujo de un personaje que bien podría haber formado parte del mundo de Yo Nen, de Lea Caballero. Estudiante del Justo José de Urquiza de Flores y fanático de la música alemana. Nótese el logo de Rammstein mal hecho debido a una mala pasada de mi memoria visual (y a que no tenía una computadora con internet cerca para fijarme... y a que no conozco mucho de la banda).

Kume

El lunes pasado mi novia me prestó Los días del Venado, el primer libro de la saga de los Confines de Liliana Bodoc, saga que me debía desde que un compañero de 7° grado me la recomendó allá por el 2003. Debo decir que hacía rato que no me enganchaba así con un libro; tanto me enganché que para la noche del martes ya lo había terminado y ayer empecé con Los días de la Sombra, la segunda entrega de la trilogía - calculo que tiene que ver con que la prosa de Bodoc, sin perder la belleza, es muy fácil de leer. La saga cuenta una historia análoga a la de la colonización de América, con unos barcos que vienen del otro lado del mar para iniciar una guerra de conquista por las Tierras Fértiles, pero en clave fantástica a lo Tolkien, como si al creador de la Tierra Media se le hubiera ocurrido, en vez de utilizar las sagas nórdicas, nutrir su obra con los mitos y leyendas de las culturas originarias de nuestro continente. "Han zarpado unas naves. La Magia de las Tierras Fértiles percibe confusas señales en ellas, noi logra descifrar si debe recibirlas con la alegría del reencuentro o con la tristeza de las armas. Nada saben de la terrible amenaza que se cierne sobre el continente.", reza en la contratapa. Hay varias vueltas de tuerca interesantes - entre ellas una relacionada con la supervivencia del personaje que se perfila como protagonista en este primer libro -, y un final del tipo "por ahora todo bien, pero guarda que esto sólo fue el preanuncio de la que se viene..."

Un personaje que no aparece mucho en el libro pero al que le tomé cierto cariño es Kume, el segundo hijo de Dulkancellin (el malogrado protagonista de este primer volumen), un joven introvertido y reflexivo, que a raíz de un acto egoísta es despreciado por su padre y despojado de su honor. A partir de allí, todas sus acciones parecieran indicar que se pasó al bando enemigo, sólo para desmentirlo todo en su escena final. Ese sentimiento de estar permanentemente en falta y esa necesidad de remediar el daño causado, aún a costa de la propia vida, le dan un magnetismo especial a este personaje; al menos eso fue lo que me atrajo de él. Así que acá va este pequeño tributo.

A propósito, los hombres del pueblo de Kume y Dulkancellin - los husihuilkes - en realidad andan en cuero, pero eso lo aclara recién en el segundo libro, que no había leído todavía cuando hice este dibujo xD Pensé que, ya que vivían en una región de bosques australes muy cerca de las montañas, seguramente se trataba de un clima frío, por lo que debían llevar algún tipo de abrigo, incluso en verano, pero parece que ni eso necesitan.

Antes y Después 4 (de 4): Mayrén en la lluvia

El primer boceto de este personaje data de hace unos años - de hecho, ya había sido publicado en este blog, junto con el dragón.

Originalmente surgió de un corto que hicimos en 4to año en el colegio, como un trabajo práctico; se trataba - en principio - de una historia sobre tribus bárbaras situada en la temprana Edad Media, pero como era casi imposible hacer algo así con los recursos de que disponíamos, le inventé un trasfondo posapocalíptico, con una Buenos Aires abandonada en la que esas tribus "barbarizadas" se disputaban el control de los pocos recursos que quedaban. El corto está protagonizado exclusivamente por varones, pero tiempo después se me ocurrió un personaje femenino para incluir en ese universo.

Con el tiempo ha ido evolucionando, estoy intentando aindiarle los rasgos (de hecho, el nombre Mayrén lo pensé como una deformación de Malena mezclado con mapudungún, el idioma de los mapuches) y hacerla menos escultural, tratando de que responda a un modelo de belleza algo más acorde a la realidad que se vive en ese entorno. Mi visión de esta historia también ha cambiado, ya que ha pasado de ser la protagonista absoluta a integrar lo que pretendo que sea un héroe colectivo.

Este es el primer dibujo que hice de ella, y durante mucho tiempo fue mi favorito de todos los dibujos sueltos que había hecho.

Y así quedó después de la inundación del 2 de abril. Como está acabado íntegramente con tinta de Pilot (al agua), se perdió la mayor parte del dibujo, pero se nota una corrección que le había hecho con Liquid Paper a la altura de la boca, ja

Este personaje va a seguir evolucionando mucho - y más aún van a evolucionar los otros que pensé para esta historia, que apenas están esbozados - antes de que realmente me ponga a hacer este proyecto. Me lo quiero tomar en serio.

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BONUS

Ah, sí, a propósito:

Definitivamente TENGO QUE hacer algo con este personaje... es muy bueno xD

Antes y Después 3 (de 4): Lautaro

Encontré un dibujo que hice hace como cuatro años de un personaje para un manga que supuestamente iba a dibujar Lucia Pezzolo. Se trataba de un chico que se enamoraba de una chica que veía en sus sueños y luego se encontraban en la realidad. Al final quedó en la nada, aunque mantuve la idea de retomarlo... hasta que apareció un tal Scott Pilgrim y echó por tierra con toda la idea.

El dibujo original, entintado con tinta china, no está por ningún lado, pero acá hay una versión coloreada en Photoshop que apareció en mi DeviantArt

Y así quedó luego de la inundación:

Antes y Después 2 (de 4): Se mojó la Gorda (?)

Lxs chicxs del Street Team de the GazettE se acordarán - algunxs - de un dibujo muy abocetado que tenía de Ruki (el vocalista del susodicho grupo visual kei), que había llevado al primer aniversario del ST y a algunas de mis primeras juntas. El dibujo en cuestión no está publicado en ningún lado en este momento (la única fuente por la que se podía acceder a la imagen, ya que mi computadora está quemada, era el viejo foro del Street Team, que está dado de baja), pero me pareció interesante el efecto que le quedó ahora que está pasado por agua:

Antes y Después 1 (de 4): El dragón acuático

Seguramente muchos de lxs que me conocen de la época de Fotolog y DeviantArt se acuerdan de este dibujo:

Un dragón bocetado con Pilot que hice de caliente una vez que un pibe en fotolog me criticó por hacer comentarios sobre el dibujo de un dragón sin saber dibujar uno - admito que yo mismo había dicho a la autora del dibujo que tomara mi comentario con pinzas justamente porque suponía que no me salía hacer dragones. Bueno, resulta que el señor saltó como leche hervida y bueno, dije "a ver qué tan mal me salen..." y salió esto.

Tiempo después, ya en este blog, me tomé el trabajo de darle color, con un resultado ni tan bueno ni tan malo:

Y ahora, después de la inundación del 2 de abril, conseguí "rescatar" - es un decir - varios dibujos que quedaron bajo el agua. Varios de ellos se salvaron (al menos están comprensibles), porque los había hecho en lápiz o en birome, que son resistentes al agua, pero, oh desgracia, la tinta de las Pilot tiene base de agua, por lo que cualquier contacto con el líquido la disuelve.

 

Esto es lo que quedó del dichoso dibujo. De todas formas, es interesante ver que antes de pasar la Pilot había bocetado una estructura muy por arriba con una birome, me había olvidado de eso.

La próxima semana, una nueva entrega...

Reflexiones entre lo que quedó de la inundación

Secando dibujos que se mojaron en la inundación del martes pasado, me dí cuenta de una cosa: el grueso de lo que conservo data del período 2004 - 2007 (entre mis 13 y 16 años), lo que denota que fueron años muy intensos para mí en lo que respecta al dibujo. Eso no quiere decir que me pasara todo el día dibujando, pero en ese lapso de tres años tengo hechas: una adaptación de El Principito de algo más de 20 páginas, un borrador para una historieta de acción que superó las 50 páginas, 20 páginas de una historieta de aventuras ambientada en las pampas de los años '20, sin contar Verde, Amarillo, Rojo, Señor G. y otra historieta más que nunca publiqué, además de una multitud de diseños de personajes y dibujos sueltos. No es tampoco que en esa época no le dedicara nada de tiempo al colegio - aunque tampoco me quemaba el culo estudiando. Simplemente, calculo según mi frágil memoria, empleaba cada rato libre en sentarme a dibujar (sobre todo en 2004 y 2005).

Es también una época de muchas ideas, cosas que siento que últimamente me están faltando. De hecho, la mayor parte de los proyectos que tengo planeado llevar a cabo en el mediano plazo - en lo que a historieta se refiere - son replanteos de ideas surgidas en esos años o incluso antes. ¿Habrá tenido que ver alguna clase de estímulo, externo o interno, en eso? ¿Estoy sufriendo un bloqueo o es siplemente que no puedo detenerme a jugar con mi niño interior como solía hacer?

Retomando el punto anterior, ver esa cantidad de trabajos, en su mayoría imperfectos y algo precarios, me despertó un deseo por hacer resurgir algo de la intensidad de aquella época que distó mucho de ser dorada, pero que al menos me encontró con la mente activa como nunca. Recuperar esa efervescencia, conciliándola con el estudio y el trabajo, sería un buen objetivo para este año, a más de tres meses de iniciado.

Un experimento de color

Hasta que se me quemó la computadora, venía haciendo algunos tanteos -muy esporádicos- en materia de color digital usando el Adobe Photoshop. De más está decir que los resultados eran, en el mejor de los casos, modestos, y nunca encontré una técnica que me convenciera lo suficiente como para profundizar. Esta es mi última tentativa en esa línea, realizada en base a un dibujo publicado en la entrada anterior. No me convence demasiado, pero la publico más que nada para tener alguna devolución y saber qué cosas puedo trabajar una vez que consiga resucitar la PC.

Creo que, más temprano que tarde, voy a tener que dejarme de joder y empezar un curso de pintura en serio.

Le Siecle de Kafka, parte I

Mi novia me regaló un block de Le Siecle De Kafka y unos crayones al pastel para nuestro primer aniversario. Todavía no lo usé mucho, pero estos son los primeros dibujos que hice en él: un retrato de ella y un bosquejo de la iglesia que está en medio de Plaza Houssay, frente a la Facultad de Medicina